Librería Lugar Común, 9 de noviembre 2014
Quiero comenzar por agradecer a Jaime Bello-León la iniciativa de este homenaje, sencillo pero lleno de afecto y admiración por Carlos Duarte, y que me haya invitado a participar. No soy ninguna experta en sus temas de investigación pero me cuento entre las muchas personas favorecidas, tanto por sus libros como por su amistad. Nos conocimos hace muchos años en la casa de sus grandes amigos, Roberto y Michele Carvallo, mis cuñados, y desde entonces no hemos dejado de encontrarnos y reencontrarnos en esta ciudad hoy tan dolida. Sin su bibliografía no hubiera podido escribir, o en todo caso hubiera sido otro libro, tanto Doña Inés contra el olvido como La escribana del viento, y en este último caso sin su personal atención a mis preguntas y mis muchas lagunas. A Carlos le gusta enseñar, y lo mortifica el detalle equivocado. El cuidado que pone en sus ediciones así lo demuestra, del mismo modo que está atento a que no se le escape ninguna mención de agradecimiento y reconocimiento.
Mucho le debe la cultura venezolana a quien sin duda es el investigador que ha desarrollado la obra más consistente y amplia en el estudio del patrimonio artístico del periodo hispánico, es decir, durante trescientos años de historia, permanentemente vituperados por el discurso político como si aquellos no hubiesen sido también venezolanos y creadores. Para quienes nos movemos en el campo de la creación no puede haber discriminación por períodos o regímenes políticos. En Venezuela, a diferencia de otros países como México, Perú, Ecuador, Colombia, se ha renegado de la producción arquitectónica, artística y artesanal de la sociedad hispánica por pertenecer al período colonial. Pero pasemos a nuestro autor.
Años de formación. El interés de Carlos Federico Duarte por el patrimonio artístico venezolano, su vocación, su proyecto de vida, creo que se entiende con claridad a partir de este comentario suyo en la introducción a Las casas de don Juan de Vegas y don Felipe de Llaguno (2012):
En lo que a mí respecta, recuerdo que en el año 1952, cuando tenía apenas trece años de edad, conocí el Museo de Arte Colonial. A partir de entonces fui varias veces a visitarlo. El placer que me procuraba recorrer esa casa, desconocida para muchos caraqueños de entonces, duró, lamentablemente muy poco, ya que unos meses después de haberla yo descubierto comenzaron a aparecer en la prensa anuncios sobre su próxima demolición. El presidente de la Junta de Gobierno, Marcos Pérez Jiménez, había decidido abrir una nueva avenida “en aras del progreso”, y molestaban tanto la casa de Llaguno como la que colindaba con ella: la magnífica casa Vegas, donde funcionaba el Colegio Chaves. “Esas casas viejas”, como irónicamente las denominaban sus detractores, las últimas que habían sobrevivido a la piqueta, tenían que ser demolidas. Para mí, aquello resultaba incomprensible. Con gran tristeza fui a presenciar la demolición de esos inmuebles. De sus ruinas conservé algunos ladrillos, y recorté todas las noticias que aparecieron en la prensa sobre ese lastimoso asunto, como tratando de preservar la memoria de lo que había desaparecido irreversiblemente y se nos escapaba de las manos.
No solamente hubo numerosas suplicas por la prensa nacional, también historiadores del arte de otros países pidieron clemencia, el arquitecto Leopoldo Martínez Olavarría diseñó un proyecto alternativo para que el paso de la avenida Urdaneta no se llevara las casas, pero todo fue inútil. Aquel muchacho de 13 años tomó entonces una decisión: dedicar su vida intelectual al rescate y divulgación de ese patrimonio que, bien sabemos, se ha perdido en gran parte no solo por el abuso del tiempo, los terremotos, o la desidia sino por la decidida voluntad de los gobernantes. Algún día habrá que estudiar esta pasión venezolana por la destrucción del pasado; en todo caso nuestro homenajeado de hoy es una de las personas que ha luchado contra esa pasión. Estudió restauración de pinturas en la National Gallery y el Victoria & Albert Museum de Londres, y muy joven comenzó a trabajar como restaurador del Museo de Bellas Artes de Caracas. Sus primeras tareas fueron las curadurías que llevó a cabo en ese museo en colaboración con Miguel Arroyo y Carlos Manuel Möller; y luego en la Galería de Arte Nacional y otras instituciones, hasta que en 1977 pasó a ser director del Museo de Arte Colonial de Caracas hasta hoy.
Es miembro de numerosas asociaciones artísticas, de las cuales mencionaré la Junta Directiva de la Fundacion Galería de Arte Nacional; la Junta Nacional protectora y conservadora del patrimonio histórico y artístico de la Nación; y miembro correspondiente de varias academias de Historia. En 1987 se incorporó como Individuo de Número de nuestra Academia Nacional de la Historia.
Dice de él el crítico de arte Roldan Esteva-Grillet que Duarte es el restaurador que se convierte en catalogador y luego construye un discurso histórico. Creo que es una buena definición de su trayecto. Pero ahondemos un poco más en ese discurso histórico. Su bibliografía no es solamente el catálogo o el recuento, la investigación propiamente dicha, que por supuesto es la base de sus obras. Ciertamente es también la construcción de un discurso. Cuando titula uno de sus libros “Patrimonio hispánico venezolano perdido”, está diciendo precisamente lo que vieron los ojos de aquel niño contemplando la demolición de una casa emblemática de nuestro siglo XVIII. La pérdida invalorable. Por ello Duarte no discrimina ninguna huella que pudiera hablar del talento de aquellos venezolanos: los sastres, carpinteros, orfebres, relojeros, oficios que entonces eran considerados menores, o delimitados a las clases subalternas aparecen en sus obras, diría incluso que son los principales protagonistas. Hay en esto una reivindicación de estos creadores, la mayor parte de las veces anónimos, que construyeron la vida cultural de Venezuela durante al menos dos siglos. Cuando encuentra personajes, no duda en tomarlos como casos de estudio, así el orfebre Pedro Ignacio Ramos, o el carpintero Domingo Gutiérrez, a quien denomina “el maestro del Rococó en Venezuela”.
Para ver esto con más claridad hagamos un paseo por su Bibliografía, con más de 40 títulos. Agrupo las obras por temas porque dan una mejor idea del universo estético del autor que las simples fechas de publicación, que con frecuencia obedecen a razones fortuitas. El listado no es exhaustivo. Puede notarse, sin embargo, que todos los temas se solapan y que ninguno de ellos es definitivamente abandonado.
I.- Sobre arquitectura y edificios emblemáticos de Caracas (1979-2012)
- Museo de Arte Colonial. Quinta de Anauco. 1979.
- El Museo de Arte Colonial de Caracas. Quinta de Anauco. 1991.
- Quinta de Anauco. Vigencia de una tradición. 1983.
- Historia de la catedral de Caracas. 1989.
- Historia de la iglesia y el convento de San Francisco de Caracas. Con Graziano Gasparini. 1991.
- Aportes documentales a la historia de la arquitectura del período hispánico venezolano. 1997.
- Historia de la Casa Natal de Simón Bolívar y aportes documentales sobre la Cuadra Bolívar. 2003.
- La casa de don Juan de Vegas y de don Felipe de Llaguno. Dos casas emblemáticas del siglo XVIII. 2012.
II.- Sobre las artes plásticas (1971-1986)
- Los retablos del período colonial en Venezuela. Con Graziano Gasparini, 1971.
- Arte colonial en Venezuela. Con Graziano Gasparini. 1974.
- Visión de las artes durante el período colonial venezolano. 1975.
- Pintura e iconografía popular venezolana. 1978.
- Historia de la escultura en Venezuela. Época colonial. 1979.
- “Las artes en el puerto de La Guaira durante la época colonial” en La Guaira, orígenes históricos y morfología urbana de Graziano Gasparini y Manuel Pérez Vila. 1981.
- Los retablos del período hispánico en Venezuela. Con Graziano Gasparini.
- Catálogo de obras artísticas mexicanas en Venezuela. Período hispánico. 1998.
- Diccionario biográfico documental de pintores, escultores y doradores. Período hispánico venezolano. 2000.
III.- Sobre artes decorativas (1967-2011)
- Muebles venezolanos, siglos XVI, XVII, XVIII. 1967
- Historia de la orfebrería en Venezuela. 1970.
- Materiales para el estudio de las artes decorativas en Venezuela. 1971.
- Nuevos aportes documentales a la historia de las artes en la provincia de Venezuela. 2008.
- El mobiliario y la platería de la capilla de Santa Rosa de Lima. 1975.
- Los maestros fundidores del período colonial en Venezuela. 1978.
- Historia de la alfombra en Venezuela. 1979.
- La cerámica durante la época colonial venezolana. Con Maria L. Fernandez. 1980.
- El arte de la platería en Venezuela. Período hispánico. 1988.
- Mobiliario y decoración interior durante el período hispánico venezolano. 1995.
- Patrimonio hispánico venezolano perdido. Con un apéndice sobre el arte de la sastrería. 2002.
- Grandes carpinteros del período hispánico venezolano. 2004.
- Historia de la herrería en Venezuela. Período hispánico. 2007.
- Lozas de Staffordshire conmemorativas de la Gran Colombia. 2011.
IV.- Estudios particulares (1967-1997)
- Los Olivares en la cultura de Venezuela. 1967.
- El ingeniero militar Casimiro Isava Oliver (1736-1802). 1972.
- El sagrario de plata de la catedral de Caracas. 1973.
- El autor de la custodia preciosa de la catedral de Caracas. 1973.
- El orfebre Pedro Ignacio Ramos. 1974.
- Homenaje al Dr. Francisco J. Duarte (1883-1972). 1974. Ingeniero, matemático y astrónomo. Fundador de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.
- El Jesús Nazareno de la desaparecida Iglesia de San Pablo. 1977.
- Domingo Gutiérrez. El maestro del Rococó en Venezuela. 1977.
- Juan Pedro López (1724-1787). Contribución al conocimiento de su obra artística. Investigación y catalogación. 1981.
- Juan Pedro López. Maestro de pintor, escultor y dorador (1724-1787). 1996.
- Juan Lovera, el pintor de los Próceres. 1985.
- Lewis Brian Adams (1809-1853): retratista del romanticismo paecista. 1997.
V.- Tradiciones, usos y costumbres (1984-2009)
- Historia del traje durante la época colonial venezolana. 1984.
- Las fiestas de Corpus Christi. 1987. Incorporación a la ANH.
- El arte de medir el tiempo durante el período hispánico en Venezuela. 1993.
- La vida cotidiana en Venezuela durante los siglos XVII y XVIII, y comienzos del XIX. 2001.
- El escudo de armas de la ciudad de Santiago de León de Caracas. 2002.
- El arte de tomar el chocolate. Historia del coco chocolatero en Venezuela. 2005.
- La ciudad de San Felipe. Testimonios, crónicas, tradiciones familiares. 2009.
VI.- Sucesos históricos (1991-1998)
- Misión secreta en Puerto Cabello y viaje a Caracas en 1783. 1991.
- Testimonios de la visita de los oficiales franceses a Venezuela en 1783. 1998.
Un comentario en “Homenaje a Carlos Duarte”
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